Entra en relax sentado, respira y siente paz. Descansa una mano en tu plexo solar. 
Mira qué emociones negativas te alteran; las más tóxicas son odio, culpa, rabia, miedo, envidia o tristeza.    
Di: “Arcángel Rafael, gracias, te amo. Sacas de mi ser toda la energía negativa”.
Visualíza algo oscuro debajo de tu mano y dentro de tu campo de energía. 
Imagina que tu mano es la de Rafael, es de luz verde esmeralda y entra en ti. 
Haz el gesto de recoger lo oscuro con en el puño. Aprietas la mano y arrojas esa energía al suelo. 
Lo puedes repetir dos o tres veces hasta que sientas alivio. Es un ejercicio muy poderoso de sanación. 
Al final cruzas las manos sobre el pecho, unido a tus angelitos y das gracias. 
@gonzalogallog