La crisis la sofocó el presidente Castrillón, extrañamente desprendido, con un nuevo ajuste salarial.

Colombia, ante Jamaica, se jugó la vida y en este paso a paso ya está en cuartos. Sin miedos, sin complejos.

El Once, el presidente, los jugadores y los entrenadores, deben blindarse ante el pelotón de críticos destructivos que lo rodea.

No puede el entrenador desbocarse, ni convertirse en prisionero de inoportunas palabras, dichas bajo presión, con extremas cargas de...

El músculo, muchas veces, relevó el cerebro. Presión, sin fluidez en la elaboración. Insistencia en el fútbol directo para acortar los...

Una final en cada fecha jugará el Blanco-Blanco, con el corazón agitado, con el rifle en la mano, sin desfallecer. No hay otra...

Que no sucumba a la vorágine del tiempo, el mejor pasaje futbolístico del Once Caldas y sus gentes.

Requiere, para ello, una remodelación urgente de su nómina, la que hasta ahora no se aprecia.